jueves, 21 de mayo de 2015

Democracia o "Dictadura de Minorías"

Democracia o "Dictadura de Minorías"

“Todo lo que se dirija contra ese sistema será injusto, terrorista, desestabilizador, revolucionario, detestable, antidemocrático…”

“Pues si lo escrito anteriormente es una “verdad inmutable”….. Pues Así Soy Yo! Y Así Es Este Blog!” 

“En una época de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario” – George Orwell -


En estos días, mi hija me dijo que necesitaba que le ayudara en una tarea del colegio, sobre el senado; su composición y demás; y fue cuando caí en cuenta de la gran farsa “democrática” en la que vivimos, y fue este el motivo de la aparición de este post…

Desde que nacemos y comenzamos a tener conciencia se ponen en marcha todas las herramientas para interiorizar que el sistema que condiciona nuestra vida es democrático. Para empezar, nos enseñan que democracia es la dictadura de la mayoría (por supuesto, sin utilizar la palabra dictadura, para no ponernos alerta).


Democracia es una forma de organización social que atribuye la titularidad del poder al conjunto de la sociedad. En sentido estricto, la democracia es una forma de organización del Estado en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que confieren legitimidad a sus representantes. En sentido amplio, democracia es una forma de convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se establecen de acuerdo a mecanismos contractuales.


Muy contrarias a las ideas actuales que difunden las principales cadenas de televisión y medios de comunicación que hacen una incesante propaganda a la “democracia participativa”, y así, la mayoría de los ciudadanos llegan a creer que ese sistema antidemocrático es la única forma posible y deseable de democracia. Todo ataque contra los partidos políticos, los parlamentos, el propio Estado se considerará un ataque contra la propia democracia, siguiendo esa enorme mentira interiorizada hasta los huesos. Mentira, porque las palabras “democracia” y “representativa” se niegan una a la otra. Un sistema es democrático (es decir, es el propio pueblo quien tiene el mando) o es representativo (son los representantes quienes ostentan el mando, o los intereses que ellos representan), pero es imposible que sea las dos cosas a la vez. Mientras gobiernen los representantes el pueblo no tiene ningún mecanismo para elegir qué se decide en su nombre.


Se nos estructura desde el colegio a pensar de la manera que más le conviene al estado; cuando en nuestros colegios nos ordenan que se elijamos nuestros delegados y subdelegados de clase; Es ahí donde se inicia la mística del voto y las estructuras escolares utilizan el sistema “inmejorable” para condicionar los comportamientos grupales y comenzar a enseñarnos a ser conducidos desde arriba. 

Si se pregunta a los profesores, nadie es capaz de explicar muy bien cuáles son las funciones de estos delegados, mucho menos de confirmar si tienen competencias reales. ¿Cómo explicarían que el único objetivo de esos delegados no es sino, enterrar para siempre la forma de decisión asamblearia y horizontal, la verdadera democracia directa basada en el consenso e implantar en la conciencia del alumnado el sistema representativo? 


Precisamente, el tamaño reducido de los grupos de alumnos seria entorno perfecto para enseñar y consolidar un sistema que no excluya a las minorías, la democracia directa que legitima todas las opiniones, pero algo así no conviene y desde arriba, desde las instancias que diseñan la enseñanza, se nos ordena que el sistema representativo es obligatorio. Por supuesto, los delegados de clase no tienen ningún poder ni competencia real, pero son un paso imprescindible para comenzar a afianzar la conciencia “democrática” correcta (la que conviene al Estado).

La Lógica De Las Mayorías

“-Nos falta, pues, que tratar -dije yo- del 'más hermoso régimen político' y 'del hombre más bello', que son la tiranía y el tirano. -De entero acuerdo -dijo.

-Veamos entonces, mi querido amigo, ¿con qué carácter nace la tiranía? Porque, por lo demás, parece evidente que nace de la transformación de la democracia.

-Evidente.

-¿Y acaso no nacen de un mismo modo la democracia de la oligarquía y la tiranía de la democracia?”

(Platón, La República)



El sistema representativo manda la lógica de las mayorías; a la mayoría se le concede el poder de someter a la minoría, si tienes mayoría absoluta no necesitas negociar, la única opción de los opositores es obedecer. Empezando por eso, es de nacimiento un sistema opresor, y así se utiliza a menudo, además: como venganza, en cuanto cambia el equilibrio entre votos y quien era oposición toma el poder, si la relación de votos le da la oportunidad de hacerlo.

Por otro lado, para determinar las mayorías y las minorías en casi todos los países se utiliza un sistema para contabilizar votos que favorece a los principales grupos. Por medio de ese sistema, en aras de la “gobernabilidad”, se acallan para siempre voces que podrían tener mucho que decir y se engordan y hacen crecer artificialmente, año a año, a los partidos políticos que respaldan grandes intereses económicos. Una de las consecuencias es la tendencia cada vez mayor en muchos países hacia el bipartidismo.

Pero esa corrupta lógica de las mayorías esconde otra mentira aún más dura: la representatividad de los representantes electos o, dicho de otra manera, la legitimidad de sus decisiones.


Y esto es todo lo que se le pide al pueblo en un sistema representativo: cada cuatro años (en nuestro caso) introducir un papelito en una urna; en adelante, callar y obedecer lo que “sus representantes” decidan, ya que desde el mismo instante que depositan el voto han legitimado toda decisión de esos representantes. 

Una vez formado el gobierno, si lo que se lleva a cabo fuera realmente lo expresado en los “programas” y si los votantes hubieran emitido su voto porque realmente están de acuerdo con todos los puntos que aparecen en esos “programas”( hay que tener en cuenta que los votantes pocas veces conocen esos “programas” y que rara vez que rara vez se cumple lo prometido), las leyes de ese gobierno los representarían, y en el mejor de los casos podríamos hablar de una representación real de un 24% de la población electoral real de cada país.

Los Que Gobiernan Realmente


Hay que ser muy ingenuo para creer que en los países, quienes realmente mandan sean los políticos elegidos; para empezar, son distintos tipos de intereses los defendidos por los partidos, muy lejanos del pueblo (casi siempre, de los grandes grupos económicos, que sólo toman en consideración la voluntad y el bienestar de los ciudadanos si eso les reporta beneficios) los que condicionan las decisiones de los partidos. Por otro lado, los propios intereses de partido: algunas decisiones sólo se toman para “ganar” votantes, porque la última meta es el propio partido, la lógica de partido manda. 

De ahí el pavor que tienen los políticos a preguntar al pueblo directamente, el asco que sienten hacia la democracia, al poder popular, porque menosprecian al pueblo, aunque se sientan obligados a utilizar su nombre. ¿A quién se le hace extraño escuchar a los gobiernos que deberán tomar medidas impopulares? ¿Que deberán tomar medidas duras, que la gente necesitará paciencia, que al pueblo le costará entenderlas y otras frases similares?


Con los países convertidos en un montón de escombros en llamas, un grupo de bribones, llamado "clase política", pretenden cada ciertos periodos de tiempo, disputarse el timón del barco que se hunde, y lo que es peor, convencernos de que debemos legitimarlos con nuestro voto; ocultándonos que la verdadera democracia está raptada por un gobierno secreto que muchos investigadores han identificado como una poderosa oligarquía que manipula la esencia del Estado, mediante pactos secretos antes de elecciones y que tiene a su disposición la riqueza financiera del país, sin que ninguna institución sea capaz de someterla. 


Esta “elites” han arruinado las economías de los países y crean burbujas especulativas y crisis insostenibles en el tiempo; y aun así, pretenden que las sostengamos popularmente mediante los votos en las urnas. 

De modo que, habiendo en la mayoría de los gobiernos representativos (no democráticos) del mundo una representatividad similar (en torno al 25% de los votantes, en la mayoría de los casos), se toman incesantemente medidas que ni siquiera la “mayoría democrática” que el sistema nos hace asimilar en nombre de esa representatividad aceptaría, porque, al parecer, esos sabios políticos a quienes hemos entregado el poder saben mejor que nosotros qué es bueno para nosotros. 


La pregunta sería: ¿Para nosotros? ¿O para las grandes empresas que nos han vendido el cuento de ese sistema representativo? Claro, para no dejar al desnudo todo el sistema, los gobiernos aparentemente guardan un equilibrio y deben hacernos creer que también toman medidas que nosotros “queremos” (para empezar, por medio de los medios de comunicación y otros tipos de grupos, entre ellos algunas ONGs y sindicatos, nos enseñarán lo qué queremos, utilizando para ello las “encuestas” que ellos mismos diseñan, el bombardeo mediático, etc.) 

Así, se nos tendrán que auto-presentar como feministas, ecologistas, defensores de los trabajadores, garantes de la seguridad, defensores de los pobres; creando en nosotros una visión del feminismo, el ecologismo, los trabajadores, la pobreza, la seguridad, la empresa; todo hecho a su medida, con una visión restringida, que nunca ponga en duda los intereses de la gran empresa, el sistema patriarcal, las relaciones verticales, la esencia del propio sistema.

Exponiendo A “La Representatividad” Con Cifras

"La demasiada libertad parece, pues, que no termina en otra cosa sino en un exceso de esclavitud lo mismo para el particular que para la ciudad. Y por lo tanto es natural que la tiranía no pueda establecerse sino arrancando de la democracia; o sea que, a mi parecer, de la extrema libertad surge la mayor y más ruda esclavitud" (Platón, La República)


Los números y las matemáticas no mienten, por esto me valdré de ellas, para exponer los vicios actuales del sistema “democrático participativo”, y si bien lo hare utilizando datos de las elecciones de congreso del año 2014 para senado en la República De Colombia, ya que para mí son más accesibles y fáciles de analizar; lo invito a usted que lo haga en el caso de su país, para que desenmascare y quite el velo a mucha gente que defiende a “capa y espada” este sistema oprobioso y falto de toda representatividad real.

Lo primero que hacen es “maquillar” las estadísticas, porque necesitan como sea “legitimar” y dar cierto toque de “legalidad”, a las fechorías y “hamponadas” que ejercerán durante los años de su “mandato popular”.

A continuación, expondré los datos y cifras que tuve en cuenta para llegar a conclusiones, que tienen como único y exclusivo objetivo, que usted piense si realmente está siendo representado.

Según datos del último boletín electoral visible vía web de la Registraduria Nacional Del Estado Civil, que en Colombia es la institución encargada de velar por la Organización Electoral, para las elecciones de senado en el año 2014 se tienen en cuenta las siguientes cifras:

Información General

Mesas instaladas                            97.417

Mesas informadas                          95.864           98,40%

Potencial Sufragantes           32.835.856

Votos no marcados                     842.615              5,88%

Votos nulos                                 1.485.567          10,38%

Total Sufragantes                    14.310.367           43,58%

Con las siguientes cifras de votos que obtuvieron los partidos políticos, respecto a su votación:



“Curiosidades” de estas cifras:


• Estas cifras me dicen, que de 32.835.856 de los ciudadanos aptos para votar en las elecciones de 2014 para senado, solo votaron 14.310.367, por lo tanto, tan solo el 43.6% de los colombianos aptos para votar, se encuentran “representados” de manera real.

• La columna Representatividad Real sale de la ecuación: (Votos de Partido x 100) / Potencial Sufragantes ; ya que doy cabida a todos aquellos que por uno u otro motivo no votaron, pero también son parte real de nuestra comunidad, que tributan todos los días al estado, interactúan con nosotros y tienen derecho a ser parte de toda estadística electoral.

• La Columna Representatividad Maquillada sale de la ecuación: (Votos de Partido x 100) / Total Sufragantes), y reafirmo la palabra MAQUILLADA; porque la gente que no voto, sin importar la razón sobre la cual decidió no votar o no pudo ejercer su “derecho al voto” realmente no se encuentra “representada”; y esto no da derecho a “inflar” las cifras y datos, para “legitimar” el acto de “gobernar”.

• Si de 32 departamentos o divisiones territoriales que conforman la República de Colombia 13 no tienen “representantes”, esto equivale a que el 40% de los Departamentos de Colombia no se encuentran representados.

• La Coalición de gobierno actual, integrada inicialmente por el partido de la U, partido Conservador Partido Liberal y partido Cambio Radical, obtuvieron 6.919.513 votos; y esto quiere decir que ejercen un gobierno bajo el amparo de aproximadamente el 21% total de la población.

Reflexiones Que Quedan En El Tintero

A esto le podríamos llamar verdaderamente democracia? O La Dictadura de una minoría “representada”?

Si la palabra democracia viene de los vocablos demos que se traduce como “pueblo “y kratós que puede entenderse como “poder” y “gobierno”; en síntesis el “gobierno del pueblo” o “poder del pueblo”.

Tomando ese concepto original de democracia, comienzo a hacer lectura de los porcentajes anteriormente citados, que son tomados bajo la premisa de que el 100% de los ciudadanos (el demos), equivalen a esos 32.835.856 de ciudadanos aptos para votar, y que en teoría deberían ejercer realmente esa “dictadura del pueblo” llamada democracia.

Ahora, si tomamos en cuenta de que algunos de estos “representantes” en Colombia tienen una manía, de comenter delitos electorales como: Constreñimiento al sufragante, Fraude al sufragante, Corrupción al sufragante, Voto fraudulento, Alteración de resultados electorales, Ocultamiento, retención y posesión ilícita de cédula, Denegación de inscripción y Fraude en la inscripción de cédulas.

Quizás y digo con ironía “solo quizás”, podamos decir que cierta “elite”, ejerce el poder, bajo el mandato de menos del 21% de respaldo popular real; entonces no se podría decir que vivimos realmente en un país donde no se ejerce la democracia, si no por el contrario una fraudulenta “dictadura de las minorías”. 

Fuentes:

http://www.nodo50.org

http://www3.registraduria.gov.co

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