miércoles, 12 de octubre de 2016

LA BATALLA NO ES ENTRE IZQUIERDA Y DERECHA

LA BATALLA NO ES ENTRE IZQUIERDA Y DERECHA

“la derecha Y la izquierda, no han sido otra cosa más que ficciones en las que nos tiene atrapados”


Izquierda y derecha son estados mentales programados de forma secular, masiva y cultural; pero parece que todavía no advertimos, que todo esto, consiste en frustrar siempre al votante y a la población.

Cuando ya no le puedes estafar más por el lado “diestro”, utilizas el “siniestro”; o puedes cambiar el nombre del “partido otra manera, en vez de socialista o comunista, puedes colocarle progresista; o para no colocar de ultra derecha, puedes colocarle de “centro”.

Tratar de acallar el creciente descontento de la población mediante la represión, es como tapar una olla a presión sin dejar abierta una válvula de escape. 

Tarde o temprano acabará estallando con consecuencias imprevisibles.

Y es absurdo tratar de contener tanta energía si puedes aprovecharla en beneficio propio…

Los tiempos han cambiado. Atrás quedan las épocas de la represión violenta y explícita de la disensión, propia de los antiguos dictadores, cuyos mecanismos de control se basaban en el ejercicio de la fuerza bruta.

Ahora, esa fuerza bruta ha sido sustituida por una arma mucho más refinada y efectiva y por lo tanto, mucho más difícil de combatir: la ingeniería social y el uso inteligente de la información privilegiada.


Su maniobra principal radica en la creación de líderes alternativos controlados, que vehiculen la disconformidad, con el fin de mantener el sistema en pie y aprovechar las energías de la protesta para realizar las transformaciones necesarias a nivel socio-político y económico que el mundo necesita (o más bien dicho, que ellos necesitan) en estos momentos de cambio de paradigma mundial.

Todo esto puede parecer muy retorcido, pero si nos fijamos bien, podremos ver a nuestro alrededor la aparición de gran cantidad de indicios que apuntan en esta dirección.

De forma aparentemente natural han surgido por doquier movimientos que luchan por “una sociedad más justa y equitativa”; líderes que toman posiciones ventajosas sobre el tablero de juego.

Sencillamente, los que mandan se dieron cuenta de que la mejor forma de tener controlada a la disidencia (después de la sobredosis de drogas de los setenta), era especializarlos.

LAS MASCARAS DE LA DISIDENCIA CONTROLADA


A través de la historia existen innombrables ejemplos de tergiversación de los hechos por parte del poder, de conflictos en los que ambas partes responden ante la élite porque ella las ha creado.

En la actualidad nada ha cambiado, y posiblemente muchos esfuerzos como “resistencia” sean permitidos porque están ayudando al mismo poder al que trata de oponerse. ¿Es absurdo? 

Pues estas son parte de las nuevas caretas que asume la disidencia controlada:

El anti capitalismo “Controlado”


Una de las claves para desenmascarar estos movimientos, es que critican el capitalismo, el neo liberalismo, a las élites, a la "casta", a los bancos, al sistema de deuda, etc., pero lo hacen superficialmente. 

Es verdad que han actualizado en parte su discurso y en lugar de la confrontación capitalista-trabajador, ahora presentan oposiciones tales como acreedor-deudor, élites-ciudadanía, etc. 

Pero en general siguen en el marco del pensamiento marxista que pretende explicar y reformar el sistema en términos de estructura, eludiendo el fondo de la cuestión, que es que la dominación capitalista fundamental, y especialmente la neoliberal de hoy, se ejerce en última instancia al margen de la estructura económica, en el ámbito de la guerra, la inteligencia, la criminalidad, la impunidad, el secretismo y la conspiración. 

El capitalismo neo liberal, también patrocina revolucionarios; como tantas otras barbaridades en la historia.

El capitalismo permite la disidencia lucrativa!

El Globalismo. 

“Todo lo que lleve el adjetivo "global" debe despertar nuestras sospechas.” 


Toda una serie de iniciativas "globales" que se presentan como humanitarias, ecológicas, justas, re distributivas, fiscalizadoras, etc., son máscaras que esconden una lógica muy simple, que es que cuanto mayor sea el alcance de las estructuras de poder mayor será su capacidad para imponerse de manera violenta sobre todos aquellos que se opongan a ellas. 

El globalismo es un eufemismo de imperialismo, y no hay nada que haga pensar que el imperio global de hoy sea distinto del resto de imperios históricos; solo ha desarrollado mecanismos más sutiles para enmascararse.

El Soberanismo


Hoy el pulso fundamental se está manteniendo entre los estados-nación, en particular los BRICS, y las estructuras globalistas. 

Esto significa que todo lo que debilite a los estados-nación tenderá a reforzar las estructuras globales. 

El poder es una hidra con numerosas cabezas, que opera empujando alternativamente los dos platos de la balanza, para desestabilizarla y aprovecharse de ello, transformando las estructuras de dominación. 

Las transferencias de soberanía de los estados-nación al Nuevo Orden Mundial se están produciendo por arriba y por abajo, por la derecha y por la izquierda, desde los estados-nación hacia las estructuras transnacionales y hacia las regionales.

La Transparencia Y La Corrupción


Muchos de estos movimientos pretenden luchar por una sociedad más transparente, aparentan combatir la corrupción en las estructuras de poder.

El problema es que, de nuevo, tienden a poner el acento en la transparencia y en la corrupción de los políticos y de los estados-nación, y no en el complejo entramado que está por encima de ellos. 

De esta manera estas iniciativas contribuyen en última instancia a debilitar las estructuras estatales y con ello a reforzar la opacidad y la corrupción de las estructuras transnacionales.

Los escándalos políticos de corrupción, son males endémicos que están presentes, incluso bajo Gobiernos de izquierda, cuyos líderes se vanagloriaban de que nunca incurrirían en las odiosas prácticas de sus verdugos

La Sostenibilidad


La sostenibilidad, el ecologismo, lo verde, lo biológico, etc., pueden ser iniciativas loables siempre que actúen a la escala local o regional, que desafíen verdaderamente a las estructuras de dominación global. 

Como decíamos, hay que valorarlas en función de la escala y el verdadero impacto que tienen en otras escalas del sistema.

La sostenibilidad y el ecologismo considerados a gran escala encubren la desindustrialización de los países en “vía de desarrollo”, la dependencia de estructuras de producción y distribución globales, la implementación de mecanismos de control de las periferias desde los centros globales de poder. 

En última instancia, la sostenibilidad a la escala global encubre una agenda eugenésica de las élites.

FUENTES:

http://katehon.com/es/article/guia-para-desenmascarar-las-falsas-izquierdas

http://www.yorokobu.es/revolucionario-patrocinio/

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