COLOMBIANOPOLY: Colombia, El Agro Y El Nuevo Orden Mundial
Este ambiente propicio creado por la Minga Nacional Agraria, Campesina, Étnica y Popular, crea espacios para “airear” temas de fondo de la problemática de nuestro país; ya este momento se debiera aprovechar, no solamente, para reclamar y se concentrarse en el incumplimiento del presidente a los compromisos suscritos; ya que claramente, toda esta cuestión, solo son “pañitos de agua tibia”, para una situación macro, que engloba la real decadencia de la forma de gobernar a Colombia.
Es de entender como colombianos, que los famosos subsidios, solo funcionan cuando la labor agrícola y agropecuaria está protegida y respaldada por el estado y que, con el libre comercio, Colombia renunció a importantes instrumentos de protección como los aranceles y la devaluación de la moneda, mientras que las grandes potencias mantuvieron los inmensos subsidios destinados a la agricultura.
Otro factor a tener en cuenta, es que Colombia, prácticamente ha renunciado al acompañamiento científico del agro, que nos de la posibilidad de desarrollar otro tipo de agricultura, real y efectiva de hacer más rentable y eficiente nuestro trabajo en el campo.
En fin, este post, pretende mostrar aspectos de la gobernanza del estado, que de una u otra forma inciden en la problemática del agro colombiano.
La Realidad De Una Colombia “Globalizada”
“No todo lo nuevo es necesariamente bueno”
No existe el significado de la palabra globalización en el diccionario de la RAE, sin embargo todos conocemos lo que se quiere decir con esto: Un mundo generalizado en el que las cosas sean iguales o en el que signifiquen lo mismo; un mundo sin fronteras geográficas, socioculturales, económicas y hasta políticas.
La globalización ya sea cultural, económica, política, social, etc.; se difunde a través de los medios masivos de comunicación; por medio de los cuales los individuos adoptan ideologías totalmente diferentes a los de la nación. La radio, la televisión, el internet; son medios transmisores del comercio global, de donde empresas trasnacionales sacan provecho vendiendo sus productos.
La globalización ha producido un nuevo orden mundial que ha supuesto la ruptura de los viejos sistemas productivos y ha modificado las condiciones de intercambio de bienes y servicios, así como de capitales, generándose nuevas instituciones que regulan las relaciones económicas y políticas a escala planetaria.
La globalización está provocando la pérdida del protagonismo de los estados sobre su economía y políticas de bienestar, al disminuir su margen de maniobra, dado que el objetivo prioritario de sus políticas económicas es mejorar su posicionamiento dentro de la economía global. En palabras de J. GRAY (1988:88): “Los Estados de bienestar deben reducirse significativamente, e incluso desmantelarse a fin de que los Estados puedan competir con otros Estados que tienen unos salarios más bajos y una protección menor” (1).
Colombia le dio la entrada a las políticas de globalización abiertamente desde el gobierno de Cesar Gaviria Trujillo, dando la entrada al pensamiento neoliberal, perdiendo la seguridad alimentaria en el país, puesto que disminuyó la producción nacional.
El Estado no puede asegurar una alimentación de todos los ciudadanos, descendiendo la producción interna, el desarrollo sostenible y la autosuficiencia; todo esto por abrir espacio a los TLC, aumentando las importaciones y dañando los mercados locales.
Antes los campesinos y campesinas eran capaces de alimentar a la gran mayoría de los ciudadanos, produciendo el 90 % de lo que se consumía en el país, actualmente aún lo hacen pero en menor porcentaje, porque compite diariamente con los mercados internacionales que nos han invadido.
La Realidad De Los Tratados De libre Comercio
Los TLC son acuerdos entre dos o más países cuyo objetivo es establecer reglas comunes para normalizar la relación comercial entre ellos y liberalizar la totalidad de productos y servicios que se comercia entre los países, se busca crear una zona de libre comercio entre las Naciones participantes.
En la mayoría de las ocasiones estos acuerdos se establecen entre países ricos y pobres y, es aquí, donde los TLC se muestran como lo que son: una verdadera arma de expolio en favor de las grandes corporaciones.
Los países pobres por lo general adquieren una pérdida del control sobre su economía, la destrucción de su agricultura al no poder competir con los precios bajos (subvencionados, por supuesto) de los productos.
Cuando el país pobre, logra la creación de industria extranjera, por lo general ocurre un éxodo de millones de personas hacia estas “empresas” para ser sistemáticamente explotados por las trasnacionales.
Como consecuencia de todo esto se ha crea una ficticia clase pudiente formada por la minoría y una brecha aún mayor entre éstos y la mayoría de los ciudadanos.
En definitiva un TLC hace que desaparezcan las barreras impuestas al comercio y a la inversión extranjera.
Esto significa que las economías más pobres no puedan utilizar los aranceles de importación para proteger sus sectores de actividad emergentes, ni a sus agricultores de la avalancha de importaciones a bajo precio, ni a las pequeñas industrias que se hunden al no poder competir con las grandes empresas de los países ricos.
Todo esto lleva al establecimiento de un nuevo colonialismo que no necesita de las guerras para dominar países, basta con controlar sus economías para tener el poder absoluto en la toma de decisiones. Tanto es así, que cuando la gente se revela contra el Estado y consigue doblegarlo se da cuenta de que el Estado no existe, que el poder está más allá (el ejemplo de Grecia, es una prueba de esto).
En consecuencia de todo esto, se desplazan y desaparecen los productos colombianos, buscando el desvanecimiento total de la biodiversidad colombiana para que luego invadiendo y monopolizando el mercado, llegue un alza en los precios, como se está viendo en estos momentos, convirtiéndonos en consumistas de sus bienes y servicios, aprovechando después de la destrucción, el caos y sin vuelta atrás, siendo la única forma para alimentar al pueblo.
Para Donde Llevan El Agro
Los jefes de estado dan prioridad al desarrollo empresarial, el estado Colombiano entra en un proceso de retroceso, desequilibrio externo, suicidio social, pobreza, desesperanza, abandonando a los campesinos.
El modelo que se piensa establecer en el país no es valedero, su principal enfoque es volver a la revolución verde, acabando con la principal riqueza de la nación los recursos naturales, la conservación, biodiversidad, costumbres campesinas, ya que el modelo fracasó en otros países.
Ejemplo de esto, es la tan cacareada ley de las Zonas de Interés y Desarrollo Económico y Social (Zidres) se convierte en una trampa para la naturaleza de los baldíos en Colombia y una manera de expropiación de la tierra destinada al campesinado. Para las organizaciones campesinas lo que está pasando con el proyecto es una segunda contrarreforma agraria ya no violenta como el despojo paramilitar sino legal por medio de las bancadas uribistas y de la Unidad Nacional en beneficio de los agronegocios y las multinacionales.
La revolución verde es un peligro para las tierras del país y para la salud de todos los colombianos, esto no es más que una destrucción masiva de lo que es Colombia. En exportaciones masivas llegara maquinaria e insumos convencionales, para la producción de bienes en gran escala, desarrollando activamente la propuesta de ley de los derechos de la superficie, en el cual no se salvaran ni las reservas campesinas.
Todas las políticas actuales que muestran los dirigentes no es más que los pasos para entregar a los países desarrollados. Los TLC es una amenaza para las economías campesinas en Colombia todas las tierras y todo lo que somos, para la muestra de un botón: solo beneficia a los grandes capitalista del país y a las entidades privadas, que son los mismos terrenos que están comprando países externos, si esto no se detiene de una vez ellos terminaran siendo dueños de nuestro país en totalidad; una muestra de esto es la política que se han planteado como el “proyecto de agro ingreso seguro y la restitución de tierras” una gran burla a los colombianos, a la larga lo que se quiere es con el tiempo que se implanten los tratados que el presidente, le venga en gana firmar, prácticamente el estado quitara estas tierras y dará una renta a los campesinos por esos terrenos.
Y es que el agro no será el único sector afectado, a la larga todos los sectores, el país entero va a sufrir las consecuencias de los TLC, en defensa del pueblo colombiano por las políticas estatales, ya se ven varios movimientos y organizaciones que se unen en contra de los TLC, en consecuencia se hacen notar en el proceso de paz, protestas civiles, agroecología, el buen vivir, unión de los sectores más afectados y la de las reservas campesinas.
Pero de igual manera las grandes potencias se prepararon muy bien para atacar, ya que los tratados de libre comercio ya firmados no tienen reversa, prepararon bien los documentos, impusieron normas que a la larga no afectaran solos unos productos y a un solo grupo de productores. Los Estados Unidos no solo subsidiara los servicios ya vigentes, sino que también invadirá los productos que no incluían en la primera instancia, en el correr de los años estaremos invadidos; solo queda oponer resistencia a la que el presidente decida por sí solo, y unir fuerzas civiles de citadinos y campesinos para impedir en lo posible tanto caos en un nuestra hermosa nación Colombiana.
LEE, COMPRENDE Y DIFUNDE!
EL FUTURO DE NUESTROS HIJOS ESTA EN JUEGO!
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