El Velo Del Materialismo
Las tinieblas de la antigüedad se retiraron poco a poco y la historia le dio la bienvenida a la “modernidad”, las viejas estructuras de poder teocráticas, supuestamente, fueron reemplazadas gradualmente, por teocracias seculares que se rigen por la ciencia.
Sin duda, los impulsos de la mente contemporánea, obliga a muchos a considerar este cambio, como un avance en la "evolución política, social y cultural."
Sin embargo, a pesar de esta nueva teocracia, dirigida por la laicidad, se debe entender, que es una nueva forma de misticismo afín, a su progenitor religioso; esta verdad es ilustrada por el rechazo al empirismo y a la experiencia personal, estimulando nuestra “fe”, solo en los pretendidos resultados de una investigación científica.
Naturalismo científico, trabaja en conjunto con el materialismo, porque intenta sostener la primacía de la materia con la afirmación metafísica de la "auto-creación" (es decir, la abiogénesis).
Qué victoria sería para el materialismo, si pudiera afirmar con seguridad, que la materia se auto organiza y que promueve la vida por si misma.
Por supuesto, esta afirmación sugiere que la materia viva y muerta son inseparables; siendo por lo tanto, una afirmación de que los seres vivos son entidades artificiales y que literalmente, que crean a sí mismos; siendo este, un tema ocultista, que se ha esparcido a través del mito cabalístico del golem.
Claro, que quiero dejar en claro, que en un universo, donde la metafísica materialista domina, la biosfera y la vida que se sustenta, es inferior a un enorme golem, que un automata...
Por eso, no es de sorprenderse, que la metafísica materialista, que impregna el tejido de muchas instituciones elitistas ocultas; estén en el auge de nuevas “modas”, que consiste, en que instituciones de gran prestigio, comiencen a reconocer, que verdaderamente existen, entidades supra-sensibles e incorporales, extraterrestres y otras “realidades”, que antes eran llamadas “locuras”.
Es en este sentido, en que el materialismo actúa como un velo; el hecho es que, aunque la teocracia oculta de la antigüedad, supuestamente se redujera en poder; pero los hechos indican de que está todavía muy viva.
La secularización no significa una disminución de la necesidad de la religión, sino sólo una pérdida de poder de las denominaciones tradicionales; los estudios de la geografía de la religión, muestran que cuando las iglesias se vuelven débiles, cultos y ocultismo explotan para llenar el vacío espiritual.
Por lo tanto, la sociedad secularizada, en el fondo, presagia el surgimiento de un nuevo orden teocrático, una nueva autoridad eclesiástica, que se oculta en carácter, abrazando lo que Rene Guénon llama "neoespiritualismo" .
La mitología de este nuevo orden teocrático, lo más probable es que refleje, el carácter paradigmático de la cosmología gnóstica, que representa a la humanidad como un conjunto de pluralidades en espera de la unificación en una singularidad a través de la magia de la "ciencia".
En cuanto a la religión dominante, será Luciferismo, que fue y sigue siendo difundido en el nivel popular como un humanismo secular...
Además de facilitar el surgimiento de una nueva teocracia oculta, el materialismo también ha contribuido a los enormes volúmenes de derramamiento de sangre presenciado por el siglo 20, ya que ha sido muy bien camuflado, con las religiones tradicionales.
Esto se puede atribuir directamente, al énfasis de que el materialismo busca su icono, en la consecución de bienes materiales.
La metafísica materialista se opone directamente al espíritu, confinando a las cuestiones morales con respecto al plano ontológico del universo físico; y esto separado de su fuente ontológica, se convierten en principios morales que equivalen a fenómenos materiales.
Por lo tanto, en un universo donde el materialismo tiene influencia; es razonable suponer que el mal, es una entidad puramente corporal que pueden ser borradas físicamente.
Las ramificaciones de tal perspectiva son inquietantes.
En el artículo "¿Qué mal hay y por qué importa?" el filósofo cristiano John Paul Jones, revela las consecuencias de esta concepción del mundo:
“De acuerdo con esta metodología [materialista], todo lo que necesitamos hacer es encontrar la causa material del mal y destruirlo. Los materialistas, por lo tanto, asumen que todas las causas son materiales, siendo obligados lógica y conceptualmente predispuestos a asumir que, el mal es una realidad, que su vez, es causado por algo material y físico; cosas que son destructibles “
La consecuencia, de una mentalidad materialista; es que las personas, están constantemente ocupados en “guerras”, para destruir las malas cosas o personas que piensan que están en la raíz del problema.
Así tenemos, por ejemplo, la "guerra contra las drogas", la "guerra contra las armas", la "guerra de clases" y varios genocidios más; todos los cuales son conocidos, por causar más mal que su supuesta “raíz”.
Ejemplo de esto, es la propagación del eco-fascismo mundial; que sostiene que podemos resolver la crisis ambiental, la farmafia, la esterilización forzada. La revolución “verde”; solo son unos de los cuantos síntomas de la “enfermedad materialista” que tiene la humanidad.
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