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sábado, 7 de mayo de 2016

LAS ILUSIONES DE LA MATRIX: La Ilusión De La Separación Humana

La Ilusión De La Separación Humana

“Los fabricantes de pozos castigaron el imperdonable pecado del vínculo, la solidaridad cometida en sus múltiples formas posibles y la máquina del desvinculó continuó trabajando al servicio de una tradición colonial, impuesta por los imperios que nos han dividido para reinar y que nos obligan a aceptar la soledad como destino.”


“Divide et impera”

Máxima latina, que podemos encontrar en las palabras de Julio César, que no es más que un resumen de toda una filosofía política y sociológica de la elite para lograr su anhelo más preciado, forjar uno de los imperios más importantes de la historia; El Nuevo Orden Mundial.

A nivel estratégico, la táctica de divide y vencerás es un procedimiento operativo estándar para los autoritarios y los ejércitos invasores, pero la ilusión de separación es aún más profundo que este concepto.

Ya que estamos programados para creer que como individuos estamos en competencia con todo el mundo y todo lo que nos rodea, incluyendo a nuestros vecinos e incluso con la madre naturaleza; nosotros contra ellos hasta el extremo, esa es la premisa. 


En política y psicología, divide y vencerás o dividir para reinar (del griego: διαίρει καὶ βασίλευε, diaírei kaì basíleue) es ganar y mantener el poder mediante la ruptura en piezas de las concentraciones más grandes, que tienen individualmente menos energía. 

El concepto se refiere a una estrategia que rompe las estructuras de poder existentes y evita la vinculación de los grupos de poder más pequeños. Podría ser utilizada en todos los ámbitos en los que, para obtener un mejor resultado, es en primer lugar necesario o ventajoso romper o dividir lo que se opone a la solución o a un determinado problema inicial.

“Divide Et Impera”, resume la estrategia con la que los “verdaderos gobernantes” de nuestras naciones y quienes aspiran a serlo, nos dirigen y alientan. Su plan consiste en indisponernos a los unos contra los otros. Consiguen su objetivo enfrentando a distintos colectivos, o echando a la sociedad en general encima de algún grupo en particular.

La maniobra puede calificarse con distintos adjetivos excepto inocente, fortuita o casual. 


Ningún partido político o gobernante tiene la exclusiva, todos se apuntan a practicarla. Se ejecuta a pecho descubierto, sin sutileza alguna. Ha sido muy premeditada y se vocea por todos los medios de comunicación. 

Su objetivo es que los ciudadanos levantemos el dedo acusador los unos contra los otros, llegando incluso a convertirnos en jauría humana a la caza de quien los politicastros indiquen. 

Con ello tratan de desviar nuestra atención de la nube de miseria y podredumbre que les envuelve. Todo con tal de evitar que los gobernados les señalemos y les expulsemos, por su demostrada inepcia e ineficacia, de sus cómodas poltronas, de sus pensiones en muchos casos vitalicias, de las regalías que disfrutan, de las prebendas asociadas al cargo, de los despachos públicos que utilizan como trampolines para futuras hazañas privadas.


Estos gobernantes se aprendieron bien la lección que decía que el pueblo unido jamás será vencido (algunos coreaban la frase sin cesar). Hacen lo posible para fomentar la desunión. 

Prefieren seguir teniendo derecho eterno sobre una ciudadanía fragmentada, con intereses supuestamente contrapuestos. No quieren, como ha ocurrido en Islandia, un pueblo cohesionado que señale a los culpables, no ya de la crisis, sino de su gestión. 

Lo Que nos divide

La élite global que dirige el planeta hacia un Nuevo Orden Mundial, ha sabido aplicar este axioma al milímetro, fragmentándonos en la política, los negocios, la banca, las finanzas, la ciencia, la religión, las relaciones sociales, la medicina, medicamentos, el deporte, El nacionalismo, las religiones, la diferencia entre el campo y las ciudades, las razas o etnias, las clases sociales etc..

La ilusión de la separación nos consuela por gratificar el ego y ofreciendo una sensación de control, en realidad sólo sirve para esclavizar y aislarnos.


No quieren que, todos a una sola voz, acabemos con ellos. Tienen miedo de que las naciones se rebelen contra el sistema que han apuntalado, donde quien la hace no la paga, donde se tira la piedra y se esconde la mano, donde los corruptos nunca devuelven lo robado. Donde, sin ningún pudor, quienes tienen el honor de servir a su pueblo, acaban sirviéndose de éste para su gloria y beneficio futuro, a las órdenes de intereses privados muchas veces contrarios a los de su país. 

Donde decir que el verdadero liderazgo implica vocación de servicio suena hasta cursi.

Somos un todo


Todo esto niega rotundamente la verdad de que la vida en este planeta está interconectada infinitamente, sin aire limpio, agua limpia, suelos sanos, y un vibrante sentido global de la comunidad no podremos sobrevivir aquí.

El ser humano tiene poca conciencia de esta gran verdad y por lo mismo, hoy en día la gran mayoría de la población vive estresada, porque no hay una unidad entre lo que hace y lo que quiere hacer. La división entre su mente y su conciencia es otra de sus grandes divisiones, al igual que lo son sus pensamientos y lo que dicen sus labios, y entre su alma y su cuerpo pareciera ser aún mayor el abismo ya que se considera que la materia nada tiene que ver con la espiritualidad. Jesús vino a enseñarnos que “aislar parte de la vida y llamarla religión es desintegrar la vida y distorsionar la religión” pues nada de lo material puede estar ajeno a lo espiritual, pues “el hombre crece conscientemente desde lo material a lo espiritual, por la fuerza y el poder de sus propias decisiones”


Pero el mal de nuestro siglo, es que la gran mayoría de los seres humanos no tiene una decisión propia, funcionan como robots que obedecen las órdenes que la publicidad, el consumismo y hasta las que las iglesias le dan. 

No pensamos, simplemente seguimos las indicaciones que nos dicen que tenemos que ser de una determinada manera y nos indican que no comer o que no hacer y el día y la hora en que debemos dedicar a Dios. El ser humano cada día tiene menos poder de decisión y lo peor es que no es consciente de ello y continúa siendo una marioneta de las circunstancias en vez de trasformase el dueño y hacedor de su propio destino.

2 comentarios:

  1. es muy cierto e importante saber discernir sobre quién es el verdadero enemigo... y esto que dices es crucial... aquellos que buscan la desunión de la sociedad a escala global... de la familia... y sobre nosotros mismos son a los que tenemos que apuntar... la desunión una trampa más que nos genera la matrix... saludos
    Zahar Zabar

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