La ilusión de la Verdad
La repetición es una técnica casi tan antigua como el hombre mismo. De hecho, existe una frase popular que afirma que una mentira repetida cien veces llega a convertirse en verdad. Los políticos, los medios de comunicación y la publicidad utilizan mucho la repetición como una forma para persuadir a las masas; pero… ¿es realmente la repetición una técnica persuasiva?
Aunque pueda parecer demasiado simple lo cierto es que la repetición de los mensajes realmente aumenta su efecto persuasivo; convirtiéndose en una de las estrategias más sencillas para convencer a los otros. En el año 1992, Begg, profesor de la McMaster University en Ontario, demostró el efecto de la repetición con un sencillo pero curioso experimento. Los participantes simplemente debían evaluar la veracidad de determinadas frases que se les mostraban. Lo interesante es que estas frases se expresaban sólo una vez o se repetían al menos dos veces. Al finalizar el experimento pudo apreciarse que las personas tendieron a evaluar las frases repetidas como más veraces y, como puede presuponerse, si creemos que un mensaje es veraz, seremos más sugestionables y más receptivos a la información que éste nos brinda.
La verdad se ha convertido en un tema delicado en nuestra cultura, y hemos sido programados para creer que 'la 'verdad viene de los semidioses de los medios de comunicación, la celebridad y el gobierno. Si el televisor declara que algo es verdad, entonces somos herejes a creer lo contrario.
A este efecto se le conoce en Psicología como la “Ilusión de la verdad”, un fenómeno según el cual la familiaridad (de la mano de la exposición reiterada a los mensajes) nos hace valorar un mensaje como más veraz de lo que realmente es. Muchas veces creemos que las cosas familiares son verdaderas porque nuestro cerebro tiene que hacer un esfuerzo muy pequeño para procesarlas y esta señal a nivel inconsciente de relativa facilidad, nos confunde con la verdad. Lo contrario ocurre con las informaciones que son muy difíciles de procesar, tendemos a desconfiar de las mismas y a pensar que son inciertas.
Como puede presuponerse, muchos políticos o publicistas conocen a la perfección que: entre la verdad y la Ilusión de la verdad no existe sino una línea muy sutil.
No obstante, repetir hasta el cansancio una información puede tener efectos totalmente contraproducentes. Por esta razón muchas investigaciones se dan dedicado a examinar cuál es el número de repeticiones que hace que un mensaje sea percibido como verdadero y persuasivo. Brinol, en el año 2008, descubrió que las personas se sienten cómodas con una idea después que han sido expuestas a la misma entre 3 ó 5 veces. Un número mayor de repeticiones no aumenta la veracidad e incluso puede incitar la desconfianza. Precisamente, ésta es la razón por la cual los spots publicitarios se repiten pero variando algunos de sus diálogos de forma que transmiten la misma idea pero a la misma vez capturan la atención con la variación de los detalles.
Con el fin de mantener el orden, los poderes fácticos dependen nuestra disposición a su versión de la verdad. Mientras que los pensadores y periodistas independientes soplan continuamente agujeros en las versiones oficiales de la realidad, la ilusión de la verdad es tan poderosa que se necesita una conmoción personal grave para evitar la disonancia cognitiva necesaria para funcionar en una sociedad que persigue abiertamente falsas realidades.
EL DOBLE LENGUAJE DE ORWELL
Una de las técnicas más usadas, fuera de repetir una mentira o una verdad a medias, es el uso del doble lenguaje, y aunque ud. No lo crea, estamos en plena época en que el uso del doble lenguaje es primordial el uso de estas técnicas persuasivas.
El doble lenguaje, ya se exponía en la novela 1984 de George Orwell, el Ministerio de la Verdad, mentía constantemente y rectificaba fotos, documentos y libros de historia.
Aquello que es un concepto bueno, se asumía como propio. Aquello que es un concepto malo, se le hacía asumir al rival. Aunque la realidad no coincidiera con esa distribución.
La elite manipula nuestra concepción de la realidad mediante el doble lenguaje, es el diseño y creación deliberada de expresiones para esconder su verdadero significado, esto pretende identificar un referente con el significado de una expresión que no tiene nada que ver con la realidad, siempre con la intención del control del pensamiento de las masas.
A los Departamentos de Guerra se los llama "Departamento de Defensa", si se llama de defensa parece que su fin es solo defenderse en caso de ataque, haciendo creer a las personas que son buenos en el fondo, cuando en realidad su fin es hacer la guerra.
A los mercenarios se les llama contratistas o personal armado privado, quizá porque muchos son blancos, tienen uniformes sofisticados, gafas de sol último modelo, armamento muy cualificado y están contratados por empresas occidentales o por el propio ejército estadounidense, que cuenta con algunos departamentos ya cuasi privatizados; pero retornan a su palabra original de mercenarios cuando son los “enemigos” del sistema, como los mercenarios negros que operaban en Libia al servicio del gobierno de Gadaffi.
Al genocidio de mujeres y niños lo llaman "daño colateral" para quitarle importancia, despersonificarlo y considerarlo algo inevitable. De esta forma el desgraciado que los ha asesinado puede tener la consciencia más tranquila.
A las personas que piensan reventar desde cualquiera de sus máquinas de muerte lo llaman "objetivo", también sirve para despersonificarlo. El verdugo simplemente diría que ha disparado al objetivo, de esta forma no considera que ha disparado a personas sino que simplemente ha cumplido una orden; igualmente, los asesinatos de sus propios compañeros lo llaman "fuego amigo" para restarle importancia y también considerarlo algo normal e inevitable
Cuando hay una protesta social, eres golpista – terrorista, si el gobierno está del lado del sistema, pero si es “opositor” a este, y además financiado por las “grandes naciones” es una protesta social ante la opresión estatal.
Democracia, ese el conjunto de beneficios que supuestamente obtiene un individuo con tan solo pertenecer a una raza, a una clase, a una sociedad. Este término se utiliza de modo tan abusivo que los “derechos” han pasado a formar parte del imaginario colectivo degradados al injusto estadio de “posibilidad”. En la vida real, los “derechos” son cada una de las ventajas sociales que pueden obtener aquellos individuos que disponen de suficientes recursos económicos para costearlos.
La Reserva Federal americana, no es una reserva ya que su función es crear o hacer desaparecer dinero por lo que debería llamarse fabrica y además no tiene nada de federal ya que es una empresa privada cuyos miembros, los que mandan de verdad permanecen en secreto.
Guerra preventiva, son palabras que se utiliza para describir de la forma más edulcorada posible las acciones bélicas unilaterales y sin argumentos legales que suelen llevar a cabo uno o conjunto de países, que por sí mismos o disfrazados de “Comunidad Internacional”, contra aquellos países que se resisten a acatar sus dictados.
El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, estos entes son en realidad empresas privadas que bien parecen dirigidas por el mismo Leviatán, destruye nuestro mundo, usando las palabras mundo o internacional proyectan poder absoluto además que damos por sentado que miran por el bien de la humanidad; pero en realidad, sus limosnas no sirven de nada, ya que ratifican el mismo sistema económico que produce la miseria en los países del Tercer Mundo.
El Ministerio de Justicia es en realidad de injusticia, castiga solo a los pobres y defiende a las empresas, la lentitud del sistema judicial siempre beneficia a las empresas y está diseñado a propósito para hacernos sentir insignificantes, de forma que agachemos la cabeza y sigamos recibiendo castigo; ya que al no poder pagar buenos abogados, nunca vamos a tener ninguna posibilidad contra los bufetes de abogados de las empresas incluido el estado.
Fuentes
http://www.rinconpsicologia.com
http://aperiresecreta.blogspot.com/2015/05/1984-es-ahora-el-doble-lenguaje-de.html
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